Por primera vez, un proyecto minero en plena Puna salteña abrió sus puertas a estudiantes secundarios. Gracias a una articulación entre el Senado de Salta, el Ministerio de Educación, la empresa Posco Argentina y la firma local Grupo Vacazur, 54 alumnos de quinto año de la Escuela de Educación Técnica N° 3173 de San Antonio de los Cobres realizaron una visita al proyecto Sal de Oro, ubicado en el Salar del Hombre Muerto.
La actividad fue impulsada por la Comisión de Minería del Senado y marcó un precedente en la integración del sistema educativo con la industria minera. El objetivo central fue acercar a los jóvenes a las oportunidades laborales, formativas y tecnológicas que ofrece el sector, considerado estratégico para el desarrollo económico y social del país.
Durante la jornada, los estudiantes recorrieron las instalaciones operativas del proyecto, conocieron los procesos de producción de litio y participaron de charlas técnicas con especialistas de Posco. Además, intercambiaron ideas sobre los perfiles profesionales más demandados por la industria, especialmente aquellos vinculados a la formación técnica en química, electricidad, mecánica, geología y mecatrónica.
La iniciativa contó con el acompañamiento de los senadores Miguel Calabró, Leopoldo Salva y Gustavo Carrizo, junto a referentes del ámbito educativo, quienes destacaron la importancia de generar estos espacios de vinculación entre educación, Estado y sector productivo.
El proyecto Sal de Oro, operado por Posco Argentina, representa una de las inversiones mineras más importantes de la región, con un plan de desarrollo que supera los 1.600 millones de dólares. Actualmente, la empresa produce hidróxido de litio en una planta ubicada en General Güemes y avanza en la construcción de una nueva planta de carbonato de litio. Además de su impacto económico, ha generado más de 5.000 empleos directos e indirectos, y trabaja con más de 100 proveedores locales.
Desde su llegada a la región, Posco ha impulsado un modelo de minería con compromiso social y ambiental, mediante programas educativos, becas, acciones comunitarias y la aplicación de criterios de sostenibilidad como la gestión de recursos hídricos y el uso de energías renovables.
Esta experiencia educativa sentó las bases de un modelo a replicar, donde la minería no solo se presenta como motor económico, sino también como aliada estratégica para la formación y el futuro laboral de los jóvenes. La Comisión de Minería del Senado expresó su intención de continuar promoviendo estas iniciativas en otros proyectos del territorio provincial, fortaleciendo el vínculo entre minería, educación y desarrollo regional.











