Un total de 23 mujeres de la región de la Puna salteña finalizaron una capacitación integral en conducción vehicular y empleabilidad, gracias a una iniciativa conjunta de Fundación Cóndor y empresas proveedoras del sector minero. El proyecto, enfocado en promover la autonomía y el acceso a nuevas oportunidades laborales, combinó instancias teóricas, talleres prácticos y formación complementaria orientada al desarrollo personal y profesional.
Durante diez jornadas intensivas en San Antonio de los Cobres, las participantes adquirieron conocimientos clave sobre normas de tránsito, manejo defensivo adaptado a los caminos de altura, mantenimiento básico del vehículo y primeros auxilios. A esto se sumaron clases prácticas en circuitos especialmente preparados, donde las mujeres aprendieron desde la puesta en marcha del auto hasta maniobras complejas como marcha atrás, estacionamiento y conducción segura.
La propuesta fue posible gracias al compromiso de diversas empresas del sector minero que acompañaron el proceso, entre ellas Cactus Rent a Car, BMI Constructora, La Veloz Mining, Kaizen Ingeniería, Hidrotec, Abra Silver, Nuevo Bus, MVA Logística y Servicios y Pussetto Salta. Estas compañías aportaron recursos técnicos, instructores especializados y vehículos, además de acompañamiento permanente a lo largo de la formación.
El programa también incluyó talleres de empleabilidad que abordaron la elaboración de un currículum estratégico, herramientas para entrevistas laborales y creación de redes colaborativas entre mujeres de la comunidad. La conducción fue presentada no solo como una habilidad técnica, sino como una herramienta de empoderamiento y acceso a servicios, empleos y emprendimientos.
Esta primera cohorte forma parte del programa “Conductoras de la Puna”, impulsado por Fundación Cóndor en el marco de su eje de Empleabilidad. La propuesta surgió a partir de la escucha activa a las demandas del territorio y apunta a fortalecer la autonomía económica de mujeres en contextos rurales.
“Jamás pensé que iba a poder manejar sola por la ruta. Me costó mucho al principio, pero el equipo me tuvo paciencia y me ayudó a ganar confianza”, expresó una de las participantes al cierre de la formación.
Con esta experiencia, se sientan las bases para futuras ediciones del programa, reafirmando el compromiso del sector minero y de las organizaciones sociales con el desarrollo local sostenible y con una minería que incluya, capacite y genere oportunidades concretas para las comunidades donde opera.










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